LA LIBERTAD NO SE VOTA/ASKATASUNA EZ DA BOZKATZEN
Joseba Ariznabarretaren oroimenez berak idatzitako testua Abuztuaren 15eko ASKATASUN EGUNA ospatzeko
“Instituzioetan parte hartzea inperialismoarekin kolaboratzea da. Horrek ez du esan nahi dauden erakundeak kontuan hartu behar ez direnik. Baina ezin ditzakezu instituzio horiek zeureak balira bezala onartu.
Gu Espainiako estatuan integra gaitezen jarri ditu arerioak. Horiek onartzeak desagertzea dakar. Eta kontrako jarrera Estatu espainiarraren aurrean subjektu politiko bezala agertzea baizik ez da” Joseba Ariznabarreta (ARGIA aldizkaria 1992)
Los estados, todos los estados, lo hemos repetido hasta la saciedad en todas nuestras publicaciones, son fruto y producto de la violencia. No hay ninguno que no sea resultado de la violencia o creado por la violencia; violencia física, la más cruda que podáis imaginar.
Violencia en el sentido del uso de las armas para forzar la voluntad de las poblaciones, para forzar a hacer lo que, en principio, no quieren hacer. Así se hacen los estados.
Pero, en parte, ahí reside también su debilidad porque es muy difícil tener sometida a una población o a un grupo humano mediante el uso continuado de la violencia, mediante la vigilancia continua armada, directa, visible y aparente.
Por eso, los estados se han visto siempre forzados a legitimarse; han pretendido ser vistos como legítimos porque eso facilita enormemente su labor.
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"Caben grados en la democratización del Estado, sin que sea posible quizás jamás alcanzar el óptimo en tal dirección. Pero hay un mínimo de condiciones sin cuya presencia no cabe ya denominar a un Estado democrático. Por lo que respecta basta señalar una para confirmar el carácter antidemocrático del Estado español: la primera y fundamental es el no reconocimiento político y legal de las naciones que ocupan el territorio sobre el que extiende su soberanía". |
Puesto que cuando a la población que vive bajo un estado y que ha sido sometida por medio de la violencia, se le convence de que el estado que le jurisdicciona o que le gobierna es legítimo, ya tiende a obedecer, no por la fuerza, no por el temor a las armas, sino por sí misma, por su propia voluntad, porque cree que obedecer es un deber.
Y desde el momento en que la gente piensa que debe obedecer, la labor del estado se facilita enormemente y no se hace tan costosa como tendría que ser el mantener casi un policía detrás de cada persona y ni siquiera tan contingente porque por muy armado que esté un estado, los momentos de debilidad, los descuidos, pueden ser grandes, y puede darse el peligro de ser derrocado.
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“Boterea botere politikoaz gain botere ideologikoa ere bada. Gu neurri handi batean engainatuta gaude. Iruzurraz konturatzeko gai diren pertsona guztien eragina behar da, herria okerretik atera eta askatzeko behar duen mentalitatea emateko. Jende asko ari da okerreko ideia horiek mantentzen, ez arerioa bakarrik, gure artekoak direla dioten asko ere. Zerbait esateko gai garen guztiak egia zabaltzen saiatu behar gara. Egoera ere behar da, garrantzia handia du eta ez da aurreikusten erraza, baina bitartean ezin gara besoak gurutzaturik egon”. |
En cambio, cuando la gente se convence de que está bajo un gobierno legítimo, hay muchos que obedecen por su propia voluntad (...).
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Joseba Ariznabarreta: "Los tan cacareados derechos individuales de los miembros de las naciones oprimidas no pueden tener ninguna realidad en ausencia del mínimo de libertad nacional que los genera y garantiza" |
Entonces no hacen falta, en la práctica, tanta policía, porque la gente se convence de que realmente debe obedecer, de que debe cumplir las leyes porque son legítimas; es una obligación moral, legal o lo que queráis y observa todas las leyes por sí mismo. Por eso han buscado siempre legitimarse los estados, siempre.
Un estado es legítimo en la medida en que consigue el consenso y, hoy en día, por decirlo brevemente, en la medida en que es democrático. Democrático porque tiene leyes democráticamente establecidas y que hay que obedecer porque, en definitiva, esas leyes las hemos hecho nosotros mismos y están de acuerdo con la razón.
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Joseba Ariznabarreta: “Arerioak sortzen du “inguru” bat, “zirkunstantzia” batzuk, non guk, azkenean, pentsatzen dugun libreki egiten dugula egiten duguna. Eta beharturik egiten dugu, zeren eta aukeratzen dugu guri komeni ez zaigun gidaritza, edo jarraitzen dugu, guri komeni ez zaigun bidea. Guk libreki aukeratutako gidaritza eta bidea uste dugu direla, baina arerioak jarritako “inguruan” egiten dugu aukera hori. Ez bagara horretaz jabetzen, “zirkunstantzia” horiek egitera behartzen gaituena egingo dugu, beti” . |
Por eso todo el mundo hoy intenta vender que su poder es un poder democrático porque eso tiene una capacidad de legitimación enorme.
A la gente se le convence de que es ella misma la que ha hecho esas leyes, de que ha participado en la concepción de esas leyes y es lógico que se sienta obligado a obedecer lo que él mismo ha decidido (...).

Por tanto, más de uno obedece a las leyes que piensa que él mismo ha confeccionado, que él ha colaborado a hacerlas, que ha participado en su concepción y, por tanto, la fuerza y la necesidad de la fuerza disminuye en la medida en que aumente el consentimiento de la población; la fuerza es menos necesaria en la misma proporción en que aumente el consentimiento.
EL TOTALITARISMO QUE PADECEMOS
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Hemos dicho que todos los estados son democráticos y fijaros lo que padecemos nosotros, el totalitarismo en el que estamos insertos, y, sin embargo, todos lo tachan de democrático; hasta tal punto que mucha gente que no ha perdido el sentido común, acaba perdiéndolo diciendo que él no quiere la democracia porque acaba creyéndose que democracia es esto, lo que le está oprimiendo a él mismo.
En un Estado, esta violencia “ad intra” si la ejerce un pueblo sobre sí mismo es “legítima”, lo que implica que es ejercida en democracia, es decir, cuando es aceptada y controlada por el pueblo para poder así conseguir sus objetivos del modo más eficaz –objetivos económicos, de defensa, culturales, sociales o los que determine en cada momento-, por lo que nombra o acepta un gobierno sobre él, la dualidad del Estado es democrática cuando estos dos sujetos políticos, pueblo y gobierno, están en equilibrio.
Es decir, la violencia democrática en un Estado la ejerce sobre sí mismo un pueblo consciente de serlo y por tanto convertido en sujeto político y no un mero agente pasivo:
“La libertad y la democracia son sólo posibles cuando la resuelta voluntad de una nación de no ser regida como una manada de borregos está permanentemente viva” Max Weber (1864-1920, filósofo, economista, jurista, historiador, politólogo y sociólogo alemán).
Pretender “crear un marco democrático” es vender la idea de que puede haber una situación democrática sin ser independiente, sin ser estado; y que dentro de ese “marco”, tú puedes optar a la independencia electoralmente. La independencia es la primera condición para que cualquier elección pueda ser libre.
De ahí que Orreaga Taldea haya preconizado y preconice la abstención como método válido de protestar contra nuestra opresión y que no acepte, aún ahora, las elecciones como un método de alcanzar la independencia.
Joseba Ariznabarretaren lan osoa hemen iraukurri daiteke: https://www.lurraldea.eus/
“Nire atzetik etorriko da norbait, erakunde bat, esango nuke, gure herriaren askatasuna lortzeko beharrezkoa den erakunde bat. Eta nik egin dezakedana da berari bidea pixka bat prestatu edo erraztu…Berak jakingo du batzen, independentista guztien indarrak batzen eta herri honen indar horiek ondo kudeatzen, hainbeste amestu duen askatasuna lortzeko” Joseba Ariznabarreta "Independentzia ez da bozkatzen"
Hemen jarraitzen du: https://nafarzaleak.blogspot.com/2014/08/bases-ideologicas.html?m=1