EL 3 DE DICIEMBRE
YA ES EL DÍA DE EUSKADI
Aitzol Altuna Enzunza
Cuando no se conoce la historia de
nuestro Pueblo se tiende a cometer errores políticos que pueden ser peligrosos
para el futuro de nuestro País. No hablo de desconocer nuestra historia
medieval y de la Edad Moderna con los Estados soberanos de Baskonia-Nabarra
(s.VI-XVI) -que es evidente que se desconoce-, sino que además no se tiene la
menor idea de la historia reciente de este País.
Se ha presentado en Vitoria-Gasteiz una
propuesta para celebrar el día de la Comunidad Autónoma Vasca (CAV) el 3 de
diciembre que es el día de Nabarra pero por el hecho de ser además el día del euskera,
como si fuese una casualidad desglosable. Esta propuesta es una aberración conceptual
y política ya que supone aceptar con naturalidad las divisiones administrativas
y de nombres creadas artificialmente por el imperialismo para una mejor
asimilación de nuestro Pueblo y la desactivación de la posibilidad de que
Nabarra vuelva a ser libre. Supone celebrar juntos el día de una región española
con el Estado de los vascos. Que la idea parta del nacionalismo vasco: es un
claro “síndrome del colonizado”.
El Estatuto de Autonomía de 1979 (los
intentos anteriores al Golpe de Estado de 1936 realmente no fructificaron),
emana directamente de la Constitución Española de 1978 en su artículo 147, la
cual concede, ex Novo, a una región del reino de Nabarra unas potestades en nombre
del Estado español: “Dentro de los términos de la presente Constitución, los
Estatutos serán la norma institucional básica de cada Comunidad Autónoma y el
Estado los reconocerá y amparará como parte integrante de su ordenamiento
jurídico”.
El Estatuto de la CAV en su Artículo 1º
nos da el nombre de la nueva criatura y señala su sumisión a España: “se
constituye en Comunidad Autónoma dentro del Estado Español bajo la denominación
de Euskadi o País Vasco”. Por tanto la Comunidad Autónoma Vasca fue creada por España en
1979, a la que se le llama también “Euskadi” o “País Vasco” y que carece
de antecedes históricos, salvo quizás el “(H)irurak bat” de La Real Sociedad
Bascongada de Amigos del País (RSBAP), difusora de las ideas ilustradas y de la
cultura en general desde 1765.
La historia “del día de Nabarra” es otra cosa
muy distinta y empieza con Frantzes de la familia Jaso y Azpilikueta, el cual es
más conocido San Francisco de Javier o de Xabier como él mismo firmaba, que fue
santificado por la Iglesia Católica y aceptado dos años después como copatrono
de Nabarra en sus Cortes en 1624 (junto al inexistente San Fermín). Frantzes
nació en una Nabarra libre y en el seno de una familia que luchó hasta el final
por la libertad del reino baskón, el propio San Francisco no fue aceptado como
canónigo de la catedral de Pamplona (1536) por pertenecer a una familia que se
negaba a servir al invasor español contra el que combatieron activamente muchos
de sus miembros los cuales sufrieron diversas penas de muerte. Frantzes marchó a
Oriente, significativamente con Portugal y no con España y murió allí un 3 de diciembre
de 1552. Por tanto, que San Francisco de Xabier sea patrono de Nabarra: es un
tributo a todos los que combatieron por la libertad de este país y de su Estado.
Fue Eusko Ikaskuntza, creada por la
cuatro Diputaciones del sur pirenaico, la que desde Baiona donde se había
refugiado por la persecución contra el euskera del régimen franquista, eligió
en 1949 el día muerte de San Francisco de Xabier como "el día del euskera" y de
Euskal Herria por la fama mundial alcanzada por San Francisco de Xabier. Pero
sobre todo, porque su lengua familiar y nacional como nabarro nacido libre era
el euskera, tal y como dejó escrito en sus cartas enviadas desde las misiones
orientales, idioma en el que pronunció sus últimas palabras justo antes de
morir según relataron los hindús allí presentes, como dijo en una carta el hijo
del castillo de Xabier: “por ser su lengua natural malabar y la mía bizcaína”.
Al euskera, en esos siglos, se le llamaba en Castilla lengua “bizkaína”. Por
tanto, que el santo católico San Francisco de Xabier sea patrono del euskera:
es un tributo a todos los que combatieron por la libertad de este país, de su
Estado y de su lengua propia.
El historiador euskaro Arturo Campión en
1922 en una la conferencia en el teatro Gayarre resumió así: “Francisco de
Xabier era basko de linaje y lengua, y nabarro de nación” (sic.). Aceptar hoy
“vasco” como algo diferente a “nabarro” es un gran logro del imperialismo y
síndrome del colonizado. Cuando los nabarros celebramos el día de
“Nabarra”, no hablamos de la Nabarra reducida al territorio de la actual
Comunidad Foral Navarra española (CFN), sino del Estado de los vascos, que incluye
el territorio del neologismo "Comunidad Autónoma de Euskadi”. Es evidente que hemos ido hacia atrás
en el conocimiento de nuestra historia lo diga o no el informe PISA.
El problema de poner un día para la
Comunidad Autónoma Vasca o de Euskadi, es que la mayoría no vemos nada que
celebrar en una mísera autonomía “regalada” por el totalitarismo español en los
últimos años del franquismo, por lo que, en general, nos da lo mismo el día
elegido. Yo propongo que cojamos vacaciones (que es de lo que se trata) el 26
de abril, el día del bombardeo de Gernika, pues así está nuestra memoria
histórica: destrozada por los bombardeos nazionales y la desmemoria o
incompetencia del nacionalismo vasco.