EL IMAGINARIO DEL
NACIONALISMO VASCO ESTÁ AGOTÁNDOSE
Alots Gezuraga
El imaginario del nacionalismo vasco está agotándose,
estas navidades ha caído otro de sus iconos: la selección de fútbol, cuyo
partido anual ha tenido menos espectadores que nunca. Los cambios de nombre son
bien significativos de lo perdido que anda el País, su primer nombre fue
Vasconia, después Selección de Euzkadi/Euskadi, recientemente de Euskal
Herria, para dejarlo en la actual denominación de “Euskal Selekzioa”. Nadie se puede
imaginar cambios tan radicales de nombre en una selección nacional de otros
países.
Hay quien no quiere verlo y habla de que el
partido fue ante un rival de “tercera”, sin embargo los propios jugadores son
más realistas y comentan que desde hace un par de años se veía venir; sinceramente
me parecen pocos años. Al Pueblo se le puede engañar muchas veces, incluso es
relativamente fácil si el que engaña es parte del mismo, pero no se le puede
corromper pues desaparecería. Se ha pedido al Pueblo que llenase San Mamés para ver una
“pachanga” y se ha conseguido durante muchos años, primero con la ilusión de
retomar algo que el franquismo prohibía, después para conseguir la oficialidad,
pero, cuando era el momento de la política, ahí no había “euskal politika”, hay
había claudicación total al imperialismo que no quiere ver reflejado en el
panorama mundial del deporte ese eufemismo que se ha llamado “nación de
naciones”, así los jugadores que en
diciembre juegan al ralentí con la Euskal Selekzioa en enero se baten el cobre
en la Eurocopa con la Selección Española.
Si miramos el plano cultural, los grandes
iconos del pasado siglo no se han renovado y la cultura vasca pasa grandes
penurias. El renacimiento de la cultura vasca tuvo su icono musical en “Ez dok
hamairu” y su continuación fue el etiquetado como “Rock radical vasco”, hoy
sólo hay bandas de música sueltas, sin un hilo que trence una música
identificable como vasca ni una infraestructura de centros como los Gaztetxes
de antaño para que surjan nuevos talentos. Los músicos están mejor preparados que
nunca, pero no tienen el empuje y menos la penetración social que tenían las
corrientes mencionadas. Incluso la música folk vasca donde quedan algunos
iconos en Iparralde y en Hegoalde, no cala en la población, no llega a ser sirimiri.
La “Euskal pizkundea” de comienzos del siglo
XX en la literatura, hoy no tiene más que gente suelta e incluso “periférica”
según se define el más conocido de ellos, periférico español de nombre ficticio
Bernardo. Incluso la Feria del libro y disco vasco de Durango, que pasó desde
sus inicios en los pórticos de Santa María hasta su flamante sede actual, hoy
está en cuestión. Sólo el bertsolarismo parece estar lo suficientemente
organizado con calado social y gente joven suficiente para escapar de esta
debacle, eso sí, gracias de nuevo al voluntariado.
Las ikastolas como movimiento popular
murieron en el año 1993 con la Ley de Escuela Pública Vasca, hoy sólo mantienen el
nombre pero nada del espíritu de los años 70-80. Hablo de cuando las andereños y
maisus nos enseñaban en lonjas o incluso en viviendas particulares a los niños,
para mucho después construir edificios hechos ladrillo a ladrillo por los
padres, desde el cooperativismo y el auzolan. Hablo de cuando los niños recibíamos
todo el imaginario vasco que rompía con una sociedad totalmente españolizada y
teníamos Olentzero, Santa Agueda, deportes rurales, mitología vasca etc. y
sobre todo el euskera. Hoy toda esta cultura vasca se ha socializado y en
cualquier colegio público o privado de la CAV existe la enseñanza en euskera,
sale Olentzero, se canta Santa Agueda o puedes aprender danzas vascas, pero es
algo consumista o superficial, ya no es la manifestación reivindicativa de
un Pueblo que sigue vivo, es puro folclore, salvo quizás en Alta Navarra su
Olentzero, gracias a que es secuestrado por la Guardia Civil (no sabemos si
es torturado pues es un monigote), y odiado por la derecha española que prefiere el
Papa Noel nórdico con su traje rojiblanco pagado por la Coca Cola americana.
Las ikastolas deberían de ir más allá de lo
ya logrado, ése ha sido siempre el plus que le han dado a este Pueblo, enseñar
todo lo que el imperialismo no quiere que aprendamos y ser el referente en la
educación para los padres que queremos que nuestros hijos puedan conocer algo
más que lo “oficial”, pues está impregnado de españolismo hasta la médula. Las ikastolas
deben de enseñar nuestra historia más allá de la impuesta, incluso enseñar a
hablar en público y discutir sobre todo tipo de valores para crear líderes
sociales que cuestionen el “status quo”, ayudar a los niños a pensar por sí
mismos, fomentar el grupo frente al individuo que no tiene nada que hacer para
romper con la situación actual de nuestro Pueblo, situar a nuestros hijos como
vascos en el mundo y no como apéndices de España y Francia. Si no nos dejan
escribirlo así en los libros, se hace mediante apuntes como se ha hecho siempre, se
organizan “semanas culturales” o se crean nuevos programas para la Tablet que
es cómo se estudia ahora.
Los Ibilaldis, Korrikas, Herri Urrats etc. para la
promoción de euskera y para recaudar dinero, ¿qué sentido tienen hoy? Tienen
una función innegable que es la de fomentar el euskera y que se hable al menos
ese día en las calles erdaldunizadas de nuestros pueblos y barrios, bien entre
amigos o bien con la familia y para que salga en los medios de comunicación vascos (aunque el
erdera sea también el mayoritario ese día). Pero, ¿es normal que la enseñanza en euskera tenga
que recaudar dinero en estos actos? ¿Por qué no tienen que hacer nada parecido
españoles y franceses? Algo no cuadra. Tomamos como normal la situación del
euskera en Iparralde y en la Comunidad Foral Navarra 40 años después de la
muerte de Franco, donde los imperialistas encima van de víctimas y creen que les
corresponden los derechos que a nosotros nos niegan, colonizadores que son ciudadanos
de primera y los indígenas europeos que sólo podemos vivir en nuestro idioma en
las reservas del Baztan, Aramaiona, Lea-Artibai o del Goierri. Pongo un ejemplo, en los
folletos de turismo de Iparralde el euskera es el cuarto idioma después del
francés, inglés e incluso del castellano. Pongo otro ejemplo, en Iruña sigue habiendo más demanda que oferta de plazas para la educación infantil en euskera, ¿y si fuese al revés? ¿Por qué no denunciamos nuestro
Genocidio Cultural ante la ONU-La Haya?
El Aberri Eguna ha decaído del todo, sólo hay
que ver los vídeos en blanco y negro de los primeros años con las multitudes
que movía frente a la división partidista actual. Hoy no somos capaces de
celebrar todos juntos ni el 3 de diciembre, aunque sea sólo como el día del
euskera y no como el día de “Nabarra Osoa” que también lo es. Tampoco somos
capaces de buscar fechas mucho más señaladas para nuestro Pueblo y que nos una
a todos los baskones, como celebrar el 15 de agosto la Batalla de Orreaga-Roncesvalles
que ganamos al imperialismo para crear nuestro Estado por el cual estamos hoy
aquí. Del único día a conmemorar del que discutimos, es el de la creación de la
Comunidad Autónoma del País Vasco en 1979, ese Estatuto incompleto y esa
Comunidad incompleta que no es la que nos hemos dado a nosotros mismos sino que
son manifiestamente impuestos por España.
La EiTB es otro icono que está cayendo en
barrena, donde la ETB1 casi no se ve y el euskaltzale que lo intenta sale
huyendo o cabreado del maltrato dado a nuestro idioma como en estas navidades sin
ir más lejos (http://zuzeu.eus/euskara/etb1-nik-ia-ez-dakit/). EiTB nació como
una televisión y radio para todos los vascos, lo consiguió, pero la corriente
digital lo ha arrastrado al lodazal de lo indiferenciable: para ver una copia
de una cadena española es mejor ver el original. Incluso los informativos -que
es de lo que más se ve- dedican por ejemplo un montón de tiempo a las luchas de
los partidos políticos españoles, mientras, Iparralde es un hecho folclórico,
CAV/CFN son divisiones insuperables para la dirección de EiTB incluso para dar
el tiempo…. Este enfoque manifiestamente periférico es aplicable a sus
tertulias, ¿Deben de ser neutras y tienen que participar todos los partidos
políticos implantados en la sociedad vasca? ¿Implantados por quién? ¿Hacen lo
mismo las cadenas públicas españolas o francesas? Es evidente que no, sin
remordimientos, ni problema social alguno, como nuestros amos que son o se
sienten, para ellos es natural hacerlo así. Para ver lo mismo, es mejor conectar
las cadenas con más medios que son las españolas y las francesas como de hecho
se está haciendo. Sólo se salvan las radios del grupo EiTB, ¿por qué? Por su
cercanía a la ciudadanía en los temas que tratan.
Incluso los programas culturales como “Una
historia de Vasconia” son un puro disparate como País, fomentando hipótesis
infumables y superadas sobre el origen del euskera que no apoya ningún
historiador o lingüista relevante de nuestro País o invenciones
chovinistas-españolas sobre los bailes vascos, traineras…además de fantasmas celtizantes
en castros de la Edad de Hierro en Nabarniz o en los mairubaratz de nuestro
Pirineo. EiTB o aporta algo al Pueblo vasco o es menester finiquitarlo por ser
demasiado costoso y dedicar esos recursos a mantener vivo el País mientras
liberamos nuestro Estado. El malestar con la EiTB está en la calle y muchos ya la hemos desconectado.
Otro ejemplo reciente de cómo engañar al
Pueblo es “Gure Esku Dago”, éste ya en el plano político (aunque política es
todo de lo que he hablado y más). Se ilusionó y engañó al Pueblo (una vez más) para
que creyese que íbamos a comenzar la “vía catalana” hacia la liberación
nacional, cuando la idea era alargar la cuestión para que por el camino fracasasen
los catalanes y dejar todo como está: una situación que sin ETA es cómoda para
los que tienen el poder concedido por España y renunciar, como se ha hecho de
facto, a liberar el País a cambio de una mayor autonomía para cuatro amigotes,
¡menos mal que eso no es corrupción!
Es evidente, que en todos los casos que he
comentado y muchos más, el nacionalismo vasco está quemando los réditos que
obtuvieron sus mayores, es como el nieto que dilapida el negocio del abuelo, ya
sólo le queda la idea de una mejor gestión del territorio y poco más, hasta que
la gente se dé cuenta, de que en realidad pagamos muy caro el supuesto
autonomismo y la falta de libertad económica para practicar las políticas que
necesitamos, libertad para no pagar más los cupos a reyes y ejércitos, a jueces
que son árbitros puestos a dedo por el imperialismo y a una corrupción galopante
que nos sube una y otra vez los impuestos para salvar, por ejemplo, el sistema
financiero de donde comen los políticos mientras desahucia a las personas
corrientes. La fuerza que contra el franquismo demostró este Pueblo hizo que
aquél (y nadie más) concediera un juguete al nacionalismo vasco que le permite
financiar sus bases pero no conseguir sus objetivos, así todos contentos.
Seguir progresando es pasar del Estatuto y enfrentarnos directamente al nuevo
totalitarismo postfranquista para liberar el País, o mejor, para liberar nuestro
Estado baskón de Nabarra.
Corren nuevos tiempos y los réditos que en 40
años el nacionalismo vasco ha sacado a los 40 años de fascismo español están
amortizados. El nacionalismo vasco ha entrado en una vía muerta y los iconos
que lo fortalecían en momentos de debilidad, han demostrado que tenían los pies
de barro o han sido reconducidos sibilinamente desde la resistencia del Pueblo
a las instituciones que controla el imperialismo. Pero recordad políticos bien
pagados por vuestros amos, que un Pueblo que resiste existe, un Pueblo que
resiste tiene el poder suficiente, si consigue reorganizarse, para pasar por
encima de vosotros o doblegar vuestros espurios intereses.