LA IGLESIA NABARRA DE SAN MIGUEL EN EL PUERTO DE BERMEO

LA IGLESIA NABARRA DE SAN MIGUEL EN EL PUERTO DE BERMEO

Aitzol Altuna Enzunza

Bermeo, cabeza de Bizkaia desde época Nabarra hasta 1602, litografía del s. XIX con la de Santa María de la Atalaya a la derecha, el que fue el templo más grande de Bizkaia hasta su derrumbe final en 1783, y la iglesia juradera de Santa Eufemia a la izquierda

La Ruta Juradera acababa en la iglesia de Santa Eufemia en Bermeo en el puerto de Bermeo, la "cabeza de Bizkaia" o su capital que lo fue desde e reino de Nabarra hasta 1602, cuando se le negó el derecho a poderse titularse así  por la propia Junta General de Bizkaia ya de base municipal, donde se reunían bajo el árbol de Gernika o en la ermita de la Antigua adyacente los representantes de las anteiglesias y de las villas, tal y como explicamos en LEHOINABARRA: LA LUCHA ENTRE LAS ANTEIGLESIAS Y LAS VILLAS DE BIZKAIA

Toda la Ruta Juradera la describimos en: 
LEHOINABARRA: LA RUTA JURADERA DE BIZKAIA, TRAMO A TRAMO


Un documento de ese siglo del año 1082, nos da la ubicación una iglesia que se llama San Miguel Arcángel en Bermeo, ya que se dice que:

"unummonasterium... Sancti Vicenti de Uharte in territorio Bizcahie (Muxika), cum tres decanias, una Ibargorocica, et alia decania que vocitant Tuda con sua medietate, et illa eccelesia Sancti Micaelis arcangeli in portu de Bermelio cum suos morturos at illa pertinente...cum terris, hortis, pomiferis, arboribus, montibus, et pascuis omnibus, antiquo usu determinatis" (Balparda Tomo II).

San Miguel Arcángel en Bermeo


E. Labayru en su libro sobre la historia de Bizkaia (1900), comentaba:

"En 1082 D. Lope Iñiguez, señor de Bizcaya, en unión de su mujer D.ª Tecla (sic.), donó al repetido ya varias veces monasterio de San Millán, celebre comunidad de varones que se captó la devoción de grandes y pequeños en la edad media, la iglesia bizcaina de San Vicente de Ugarte (Barakaldo) con tres decanias, una en Ibargorocica (San Juan en Gorozika-Muxika), otra denominada Tuda, (no consta cual fuese la tercera -sic.-) y la iglesia de S . Miguel de Bermeo, de la cual tampoco hay verdadera memoria del lugar que ocupo su suelo en la después villa bermeana, con sus mortuorios".  

Parece que la tercera "decanía" entregada sería en realidad una pequeña iglesia románica de San Miguel Arcángel en el puerto de Bermeo.

San Miguel Arcángel, totalmente restaurada en el año 2005

¿Dónde estaría estaría en Bermeo la iglesia de esta advocación tan netamente Nabarra?

Existe una ermita de San Miguel en el barrio de Bermeo en la bajada de Sollube en un alto, pero, no parece que el documento se refiera a ella.



Barrio de San Miguel de Bermeo:
"Estelas funerarias: En este barrio se han hallado tres estelas funerarias. Una, se halla en la espadaña de la ermita y las otras dos estelas de piedra arenisca en la pared sur del cercano de caserío Ermitxuerdiko. Las tres son de una factura y dimensiones semejantes: cruces flordelisadas en bajorrelieve". 
Pero, estas piezas podrían provenir de la antigua ermita de San Miguel intramuros


Diferentes autores creen que la ermita nabarra del documento estaría dentro de la villa de Bermeo, ya que el documento la sitúa "en el puerto de Bermeo a la orilla del mar", por lo que proponen que se trataría de una ermita o iglesia ubicada en el mismo puerto, hoy desaparecida, de la que quedó la Puerta de San Miguel de la derruida muralla, por donde entraba precisamente la Ruta Juradera y el Camino de Santiago, lo cual tiene más sentido LEHOINABARRA: LA RUTA JURADERA DE BIZKAIA, TRAMO A TRAMO


Escaleras de la Puerta de San Miguel en Lamera que llevan al actual ayuntamiento, las primeras fueron construidas en el año 1829
En la foto se ve cómo era el lugar hasta 1905,
con las escaleras de San Miguel que apenas se ven a la derecha debajo del árbol


La orilla del río Artika en baja mar

Cuando en el siglo XIV se amuralló Bermeo, había una puerta de San Miguel, la número 6 y en la flecha de la infografía 
Bermeo capital o cabeza de Bizkaia durante la Edad Media y el Portal de San Miguel. Por esta puerta se llegaba también a la iglesia de Santa Eufemia.
Recreación de Portugitxia entre Gaztelu y Santa Clara con la catedral de la Atalaya en el siglo XV.

Infografía en 
Bermeo, cabeza de Bizkaia: una exposición única
La puerta de San Juan (hacia el antiguo castillo nabarro de Gaztelugatxe), es la única de la muralla que se conserva
Hasta el año 1905 el céntrico parque Lamera era el fondeadero de piedras y arena que hemos visto en las fotos en la desembocadura del río Artika.
En esta foto vemos las 18 esculturas Euskal Kosmogonia del escultor local Nestor Basterretxea con diferentes númenes de la mitología vasca y la diosa Maddi talladas en madera, con un árbol sagrado o juramental presidiendo el conjunto.
Al fondo a la izquierda se vislumbran tenuemente las escaleras de San Miguel. 


Otra posibilidad es que la actual iglesia de Santa Eufemia al final de la Lamera donde acababa la Ruta Juradera, se erigiese sobre la anterior iglesia nabarra de San Miguel Arcángel, ya que no podría haber otro templo junto al Puerto sin que dejara resto alguno.

 Santa Eufemia, una de las cuatro iglesias juraderas de Bizkaia donde los señores de Bizkaia para la jura debían colocarse sobre el arco de piedra que enlazaba ambas paredes del interior del edificio.

En un documento de 1297 se dice: “Sepan cuantos esta carta de procuración vieren como nos, el Consejo e los alcaldes e los jurados de la villa de Bermeo, seyendo por pregón en la cámara de Santa Eufemia de este mismo lugar según uso e constumbre nuestro". 

Por tanto, era también el lugar de la Juntas Vecinales de Bermeo, construida o reconstruida quizás cuando obtuvo la carta puebla para convertirse en villa en 1236 cuando las primeras iglesias y ermitas se construyeron precisamente en los lugares  donde se celebraban las Juntas pensando en usar sus pórticos en caso de mal tiempo. 

Tras la conquista castellana coincidiendo con una época de explendor, la carta de la villa y la construcción de la muralla o de una muralla más acorde con los tiempos, el pequeño templo de San Miguel Arcángel se quedaría pequeño comenzando la construcción de Santa Eufemia, un nombre más relacionado con la historia de Castilla y extraño en Bizkaia donde no hay constancia hasta entonces de cenobios para este santo.



Santa Eufemia, Museo Zumalakarregi, litografía de Eriz 1880
https://apps.euskadi.eus/emsime/catalogo/autoria-eriz-/titulo-iglesia-juradera-de-santa-eufemia-en-bermeo-/objeto-grabado/ciuVerFicha/museo-5/ninv-522
 La teoría más creíble "es la que vincula su construcción a la constante presencia vasca en la reconquista cristiana hacia Andalucía por parte de los reyes castellanos; y con forma de perpetuar la victoria se optase por poner su nombre, como por ejemplo con la conquista de Santa Eufemia de Córdoba por parte de Alfonso VII", aunque, esto no es muy probable ya que en 1155 Bermeo y Bizkaia estaban gobernado por los Gebara dentro del reino de Nabarra, en todo caso, esta comarca fue recuperada en poco tiempo por los españoles del califato, por lo que, en todo caso, la iglesia bermeana  debería su nombre a la segunda conquista por el rey cristiano de Castilla Fernando III en el año 1243, la cual coincide más con las fechas de su construcción.



No es extraño que la ermita tenga la advocación a San Miguel Arcángel, ya que San Miguel Excélsior desde Aralar es el patrono de Nabarra, cuya advocación se extendió desde la altura en 1017 con Sancho III el Mayor por todo el reino junto al arte llamado románico desde el santuario de Leire, tal y como explicábamos en: LEHOINABARRA: EL ROMÁNICO NABARRO EN LA NABARRA OCCIDENTAL

San Miguel de Aralar, 
"Los historiadores más antiguos del Reino de Navarra no aluden al suceso de la aparición de San Miguel a Teodosio de Goñi como origen del santuario de Aralar. Este argumento cobra cuerpo en la Edad Moderna. La obra que más enfatiza este origen es la del padre Tomás de Burgui (1774) que aporta detalles minuciosos sobre el suceso. Un siglo más tarde, el novelista Francisco Navarro Villoslada recrea la situación con todo el lujo romántico en su célebre novela “Amaya o los vascos en el siglo octavo”.
La leyenda completa se puede leer en:
https://www.sanmigueldearalar.org/la-tradicion-y-la-leyenda/#leyenda

La importancia en Nabarra de este santo la explicamos en:
LEHOINABARRA: SAN MIGUEL: EL DÍA DE ELECCIONES EN TODA NABARRA



El historiador y arqueólogo de la Diputación de Bizkaia Iñaki García Camino en su tesis doctoral "Arqueología y poblamiento de Bizkaia, siglos VI-XII" comentaba: “El culto a San Miguel debió de propagarse y arraigar con fuerza en Bizkaia gracias a la política de organización del territorio emprendida por Sancho III el Mayor, quien en 1017, al fundar el monasterio de Aralar, convirtió al arcángel en el protector de la monarquía de Pamplona (...)".

Bermeo 1654
Los Mapas del rey Planeta, Felipe IV, s. XVII, del cartógrafo portugués Pedro Teixeira

Todo el patrimonio baskón-nabarro que queda en Bermeo y en la ría de Urdaibai, lo describimos en:

EL MODELO DEMOCRÁTICO VASCONABARRO


EL MODELO DEMOCRÁTICO VASCONABARRO

Aitzol Altuna Enzunza




“Hay un abismo entre el Pueblo libre haciendo sus propias leyes y un Pueblo libre eligiendo sus representantes para que estos les hagan sus leyes” (El Contrato Social, Rousseau).

Nos han convencido de que la democracia es sinónimo de partidocracia por lo que sólo existe cuando hay una variedad de partidos entre los que poder elegir, aunque en la definición de democracia no aparezca tal cosa, sino que democracia es cuando la soberanía o última palabra la tiene el Pueblo. Es más, si nos atenemos a nuestra historia, los partidos son más bien el fin de nuestra democracia.

“Ez gara legegile, lege betetzaile baizik. Eta hori oso tristea da herri batentzat” Pako Aristi “Independentziaren paperak” (2012)

El padre de la democracia moderna, el ginebrino Jean Jacques Rousseau, en su libro “El contrato social” escribió con un grado de ironía: “Vemos en el pueblo más dichoso del mundo que los aldeanos en cuadrillas arreglan los negocios del Estado a la sombra de una encina y que siempre obra con juicio (...) Gernika es el pueblo más feliz del mundo. Sus asuntos los gobierna una Junta de campesinos que se reúne bajo un roble y siempre toman las decisiones más justas”. 

Jose Antonio Gonzalez Salazar (Gasteiz, 1940), etnologo arabarra

Jose Antonio González Salazar, etnógrafo alabés nacido en Vitoria (1940) y gran conocedor de nuestra historia y del modelo foral pues participó en los Concejos en la Llanada alabesa, la montaña y el valle de Zuia donde vivió muchos años, lo tenía muy claro en una entrevista a Halabedi irratia en el programa “Hordago Nabarra”: “En una partidocracia, el Pueblo es el gran ausente. La democracia tiene que partir de abajo no de las nubes… vienen los partidos y de los malos eliges el menos malo. (La democracia) no nos la va a dar nadie, en el siglo XXI pertenecemos a un imperio”. 

González Salazar, en la misma entrevista, explica el modelo foral de representación popular, el cual es infinitamente más democrático, pues era un modelo de abajo arriba, desde la casa, al Concejo, a la Junta y al Parlamento, siendo todo el Pueblo elegible en la base y por insaculación o suertes, modelo que en su esencia funcionó durante 1.000 años.

Los Fueros, no eran más que las leyes consuetudinarias que nos dimos los vasconabarros para nuestra convivencia y que terminaron de desarrollarse bajo el amparo del Estado baskón o reino de Nabarra; su conquista armada primero y la eliminación de su legislación propia después, acabaron definitivamente con nuestras libertades, tan duramente ganadas en épocas medievales por el propio Pueblo baskón que construyó su Estado de abajo a arriba: desde el “auzolan” de las Juntas vecinales. 

Hoy, los vasconabarros, no tenemos soberanía legislativa alguna, por tanto padecemos las leyes que otros hacen contra nuestros intereses.


EL ORIGEN DE LOS PARTIDOS 

El jurista, politólogo y político francés Maurice Duverger (1917) habla de que primero nacieron los “Partidos de creación interna”, los cuales no serían más que corrientes o facciones dentro de los parlamentos con visiones opuestas como los Tories (conservadores) y los Whigs (liberales) ingleses o los Girondinos y los Jacobinos franceses. Estos “partidos” o “bandos” podemos verlos incluso en las antiguas Roma y Grecia. 

Entre nosotros también existieron, en la Nabarra Occidental fueron llamados ganboínos y oñacinos y en la Nabarra reducida beaumonteses y agramonteses, cuyos orígenes son similares pues son fruto de la presión imperialista castellana contra el reino baskón de Nabarra.

Jacque Louis David
Juramento del Jeu de Paume o frontón

Pero, lo que hoy conocemos como partidos de masas o “Partidos de creación externa” según la terminología de Maurice Duverger, surgen a fines del siglo XIX en Estados Unidos e Inglaterra. En España, los partidos aparecen a imitación del modelo francés a finales del siglo XIX, previa eliminación de las instituciones de la corona de Aragón-Catalunya (s.XVIII) y de la corona de Nabarra (s.XIX) y de sus Constituciones o Fueros, reinos mucho más democráticos que Castilla pues ambos se basaban en el derecho pirenaico al tener ambos el mismo origen baskón (http://lehoinabarra.blogspot.com.es/2014/08/origenes-de-aragon-la-cruz-de-eneko.html).


Por tanto, la llegada de los partidos políticos a tierras nabarras, fue consecuencia de la total derrota de nuestro Pueblo y la eliminación de sus instituciones propias, las cuales aún se conservaban pese a la invasión de nuestro Estado. Entonces, ¿Existe o ha existido otro modelo más democrático que el actual? Por suerte, tenemos las impresiones neutrales de las gentes que nos visitaron y conocieron nuestro modelo propio.

UN MODELO MÁS DEMOCRÁTICO

John Adams fue el primer vicepresidente de EE.UU. de América bajo las órdenes de George Washington (1789-1797), y después su segundo Presidente (1797-1801), su extenso libro “Defense of Constitutions of Governement of the USA” fue publicado en Londres en 1787. En este libro, Adams dedicó todo un capítulo a la “República Democrática Foral de Bizkaia”. 


Partió Adams Rumbo Francia en busca de armas para luchar por la independencia de su país, pero una vía de agua le hizo desembarcar en Galicia y seguir la ruta a pie. Así llegó a Bizkaia bajando por el puerto de Orduña a Bilbao, donde encontró un nuevo vendedor, por lo que hizo una breve estancia en la capital bizkaína. Sin duda, es impagable su descripción del país y de cómo se gobernaba Bizkaia:

“Es una república; y uno de los privilegios en el que han insistido más, es en no tener un rey: otra era, que cualquier nuevo señor (lord), en su senda, debería venir al país en persona, y poniéndose con una pierna de rodillas, y prometer bajo un roble (el árbol de Gernika) preservar los privilegios del reinado.

Bilbao en la segunda mitad del siglo XVIII, Dibujo a acuarela  de Francisco Antonio Richter

(…) (Sobre Bilbao) Muchos escritores atribuyen su floreciente comercio a su situación; pero, como ésta no es mejor que la de Ferrol o Corunna, su ventaja es probablemente gracias a su libertad. Cabalgando por este pequeño territorio, se diría que está en Connecticut; en vez de miserables chozas, creados con barro, y cubiertos con paja (se refiere a lo que describe en su ruta por parajes de Castilla-León), se ve el país lleno de casas grandes y amplias y graneros de granjeros, y el terreno bien cultivado; y rico, feliz terreno. Los caminos, tan peligrosos e infranqueables en el resto de las partes de España, están muy bien aquí donde se ha hecho una labor muy extensa.

…Aunque llamen al gobierno democracia, no podemos encontrar aquí toda la autoridad centralizada; hay, al contrario, tantos gobiernos distintos como hay ciudades y merindades. El gobierno general tiene dos órdenes al menos; el señor o gobernador, y un parlamento bienal (…). Estas autoridades, es verdad, son elegidas por los ciudadanos, pero ellos deben ser elegidos por Ley también como diputados de un parlamento bienal o junta General (…)”.


Jon Oria Oses (Lizarra-Estella 1931), doctor en historia por Nottingham, Cambridge y Londres, en su libro “Navarra es una colonia española y francesa”, lo sabe muy bien: “Los ingleses, afincados por siglos en la Gascuña e imitadores de nuestro sistema legal y representativo, llamarían a Navarra la cuna del sistema justo, legal y representativo y comienzo de la democracia constitucional en Europa (…). Navarra es considerada por los anglosajones como la cuna del parlamentarismo y de la democracia moderna”. 

 “Los ingleses, afincados por siglos en la Gascuña e imitadores de nuestro sistema legal y representativo, llamarían a Navarra la cuna del sistema justo, legal y representativo y comienzo de la democracia constitucional en Europa (…). Navarra es considerada por los anglosajones como la cuna del parlamentarismo y de la democracia moderna”.

El funcionamiento milenario de nuestro modelo, lo explicamos en:

La democracia para nuestro Pueblo, pasa por el paso previo de recuperar nuestra libertad o independencia, sin Estado propio no hay democracia, sólo imperialismo, pero el Estado no es la democracia. Es más, los partidos en su modelo actual, son la muerte de la democracia.

Nuestro modelo político es el que va de abajo arriba, con listas abiertas de candidatos en los barrios y municipios, con representantes de esos municipios en las comarcas y provincias y con un Gobierno General elegido por el Pueblo y no en la Junta de Gobierno de un partido “Solo la ilusión o la hipocresía puede creer que la democracia sea posible CON partidos”.

EL INCONCLUSO ESTADO NACIÓN

EL INCONCLUSO ESTADO NACIÓN 

Aitzol Altuna Enzunza



Primera edición de la Constitución española de 1978, con el escudo franquista en señal de validación y visto bueno del Régimen fascista al mismo 

“El Estado es el más frío de todos los monstruos: miente fríamente y ésta es la mentira que sale de su boca: ‘Yo el Estado soy el pueblo’. ¡Qué gran mentira!
(…) En todas partes donde todavía existe, el pueblo no comprende al Estado y lo detesta como al mal de ojo y como una derogación de las costumbres y las leyes” Nietzsche, “Así hablaba Zaratustra”.

LA NECESIDAD DE UN ESTADO PROPIO

La existencia del Estado revela la división social en un territorio determinado entre gobernantes y gobernados, los cuales tratarán de organizarse de un modo que favorezca el incremento del poder global de los unos respecto de los otros. 

Las diferentes configuraciones estatales nos indican la posición que mantienen gobernantes y gobernados, tal y como explica Joseba Ariznabarreta en su libro “Pueblo y Poder” (https://www.amazon.es/Pueblo-y-poder-Joseba-Ariznabarreta/dp/8461166493).


A finales de la Edad Media, los grandes imperios, pese a contar con el apoyo de la Iglesia, se mostraron incapaces de contrarrestar las fuerzas centrífugas que contenían en su seno, y otras unidades políticas más pequeñas, como las ciudades de la Baja Edad Media o del Renacimiento, tampoco poseían el poder necesario para competir exitosamente con Estados o reinos poderosos que contaban ya con una amplia base nacional de carácter fundamentalmente lingüístico.

EL ESTADO NACIÓN 

Sin embargo, el Estado nunca hubiera podido imponerse durante mucho tiempo sin disfrazarse de pueblo, de nación. Por eso, la formación del Estado moderno es coetánea del proceso de nacimiento y desarrollo de las naciones. 

La permanente asociación histórica del Estado con la nación, revela a su vez la congénita incapacidad del Estado para obtener la lealtad, el amor y los sacrificios que exige de los ciudadanos y que sólo logra convirtiéndose en UNA nación mediante asimilación, represión o aniquilación de otras naciones cuando las circunstancias así lo requieren.

"El Estado de Nabarra y la Revolución Francesa"
Artículo sobre lo que supuso la Revolución francesa para los vasconabarros:
Todo el poder del Estado reside en el poder de las masas que lo sostienen y apoyan, por lo que es tan importante para él apoderarse del corazón y la opinión de las mismas, a fin de convertirlas en UN pueblo o nación y confundirlo con el Estado e incluso con el gobierno. 

Muchas naciones han sido creadas de este modo, artificiosamente, a sangre y fuego como Francia y España; otras son el resultado de democrática o voluntaria reunión de diferentes pueblos movidos por el deseo de sobrevivir en un mundo de Estados: Suiza, Holanda y Nabarra entre otros. 



En la modernidad, las naciones que más temprano se convirtieron en modelos clásicos de una u otra de dichas formas de organización política fueron Francia (prototipo del totalitarismo moderno) e Inglaterra (espejo en el que se miraron los pueblos europeos que aspiraban a organizarse en libertad)

Después de la invasión de los normandos, Inglaterra se encontró con una población bastante homogénea y democráticamente jerarquizada, lo que le permitió sortear de alguna manera este problema durante algún tiempo, tal y como explica Ariznabarreta (Cuaderno 13: Totalitarismo vs Democracia).

UN PROYECTO INCONCLUSO



Pero, hay que señalar que, como es evidente, el proceso no ha finalizado y, a tenor, sobre todo, de modificaciones en los avatares del conflicto, siguen produciéndose en el mundo occidental constantes ensayos de creación, adopción, retoque y adaptación no sólo de nuevos gobiernos, sino de nuevos regímenes, sistemas políticos e, incluso, tipos de Estado que suponen avances o retrocesos hacia alguno de los extremos del continuo.

Los Estados totalitarios puros son los que los jefes de Estado gobiernan sin oposición real y según sus necesidades o codicia personal, los cuales llegaron a su cenit en Europa con la Francia del Bourbón Luis XIV, “el rey Sol”, el cual decía -no sin razón-, que “el Estado soy yo”, estaba en su plenitud el modelo absolutista. 

El Estado español trató durante mucho tiempo de imitar el modelo francés cuya perfección y efectividad totalitarias no ha cesado de envidiar y que no alcanzó hasta la dictadura del General Franco (1936-1978).


El modelo totalitario del absolutismo, quebró por la ineptitud precisamente de los Bourbones, pero se reconstruyó a sí mismo tras Revolución Francesa, evolucionando a otro punto cumbre del totalitarismo mediante una carrera imperialista a nivel mundial, para llegar al siglo XX al fascismo y al comunismo estalinista, con sus imitadores mediante dictaduras por toda Europa, América y Asía que copiaban la esencia de los mismos.

LAS DICTADURAS

Teatro Arriaga 20 de abril de 1942, Bilbao. La Filarmónica de Berlín celebrando en cumpleaños de Adolf Hitler. 


Tras la caída de los Estados absolutistas basados en la concentración de todo el poder en la figura del rey, surgieron nuevos modelos de Estados totalitarios, pasaron de basarse sólo en su ejército y a lo sumo una élite aristocrática del absolutismo, a incluir también la fuerza bruta del pueblo, el cual tiene un poder infinitamente superior a los anteriores si es capaz de ejercerlo, tanto para bien (democracia) como para mal (totalitarismo).

Nietzsche en Alemania (1844-1900) y su discípulo Ortega y Gasset (1883-1955) en España, hablaban del “Super-hombre”, de la supervivencia del más fuerte y de la destrucción del más débil: el Estado debía de estar en manos de unos pocos hombres por ser superiores al resto. Estas ideas llevaron a Europa a una nueva etapa de imperialismo y sobre todo a las Dos Guerras Mundiales, en las cuales cayeron varios de éstos Estados totalitarios como el alemán o el italiano (pero pervivieron en su pureza en España o Portugal), no así el modelo totalitario alternativo  "de izquierdas" representado por la URSS.


Así, para Hitler o Stalin como antes para Napoleón, el pueblo francés, alemán o el ruso, era tan sólo un instrumento más para aumentar su poder y saciar su codicia personal. Para ello, les hicieron creer a sus “conciudadanos” (antes llamados “súbditos”, pero en ambos casos a sus pies), que sus intereses particulares eran el interés común de todos, y lo consiguieron.

“¿Es la democracia un medio para hacer que el pueblo consienta a lo que el gobierno se propone hacer, o que el gobierno haga lo que el pueblo quiere? Las dos cosas son muy distintas y, sin embargo, si lo único que queremos lograr es el consenso, se puede obtener de cualquiera de las dos maneras” A.D. Lindsay.


El comunismo marxista preveía que el pueblo proletario llegaría al poder y por tanto se acabaría con el dualismo gobierno-pueblo (“la dictadura del proletario” le llamó Marx). 

Por primera vez las necesidades del pueblo y del gobierno serían las mismas, en la lucha de clases vence la “masa” de Ortega y Gasset, vence el pueblo. Para ello Rusia eliminó a los zares por el politburó, pero el modelo final era muy similar al modelo de la República Romana, donde los patricios se alternaban en el control del Imperio que cada vez fueron haciendo más grande para aumentar su patrimonio invadiendo o controlando Estados y pueblos satélite hasta su total colapso.

El siglo XX desde la óptica del siglo XXI, es por tanto el de la continuación de los Estados totalitarios, los que se llamarán en general fascistas y comunistas, los de derechas y los supuestamente de izquierdas.

EL ESTADO NACIÓN EN ESPAÑA



"El Estado español ha ido eliminando paulatinamente a lo largo de la historia las resistencias de toda índole con las que se ha ido topando y que han hecho frente a sus pretensiones de detentar el poder en exclusiva. Las guerras de las Germanías y de los Comuneros, unidas a persecuciones y ajusticiamientos indiscriminados y a expulsiones masivas, forjaron la primitiva España en torno a una aristocracia terrateniente, premoderna y católica a su manera, así como la conciencia sumisa y resignada de los españoles ante el poder, solamente acicateada por sentimientos nacionalistas que el Estado ha sabido utilizar a su favor" (Joseba Ariznabarreta).


Tras la unión de los Reyes Católicos de gran parte de la península ibérica, siendo los aragoneses muchos menos que los castellanos, aquéllos fueron a su vez víctimas de la codicia de sus reyes e incluso el pueblo castellano al acabar el germánico Carlos V de Alemania y I de Castilla con los comuneros (el título de Carlos I de España es falso, no existió como no existía la nación española que sus reyes tendrán que "forjar").


Siglos después, ya no eran unos reyes y su casta de guerreros quienes hacían la guerra y después gobernaban los territorios invadidos, sino que será el propio pueblo español surgido sobre todo tras la invasión francesa (1808-12), quien, tras eliminar su resistencia interna, se lanzó a aplastar a los pueblos de los Estados que conquistaron y que aún no estaba asimilados (Granada 1492 o Nabarra desde 1054 hasta 1512-24) o que se unieron colateralmente al proyecto surgido de los Reyes Católicos (los países catalanes).


A continuación, había que agrandar el núcleo inicial sometiendo al resto de los pueblos y Estados peninsulares como el nabarro, sobre los que la monarquía había conseguido imponer su cetro y su legión de alcabaleros para crear desde arriba la nación que sirviera de relleno, justificación y soporte de los intereses exclusivos del Estado” (Joseba Ariznabarreta).

En el caso del español, durante los siglos XIX-XX, se deshizo de cualquier atisbo democrático tras una brutal limpieza ideológica y física por miedo a una implosión tras la pérdida colonial ultramarina (hablamos de las Guerras Forales mal llamadas Carlistas, golpes de Estado y de varias dictaduras). 



Siguió incluyendo a la Iglesia Católica como medio para controlar a las “masas”, es decir, el modelo totalitario y casi teocrático de sus fundadores los Reyes Católicos (aunque éstos nunca quisieron unir sus reinos), reyes de Castilla y de Aragón.

“Los tímidos conatos democratizadores de 1868, 1931 y 1977 han supuesto tantos fracasos debido a la debilidad social y organizativa de las fuerzas democráticas por un lado y a la resistencia del Estado (gobierno) a perder el control y la dirección monopolística de los recursos generados por la sociedad" Joseba Ariznabarreta


EL ESTADO NACIÓN DE NABARRA


Nabarra, por otra parte, acosada desde muy pronto por sus dos poderosos vecinos y enemigos, desarrolló a partir de finales del siglo noveno una forma de reino unido de carácter “democrático”, federal o confederal como un “pacto” entre el pueblo y su monarquía, la cual ni siquiera era hereditaria entre los primeros reyes; en los tiempos en los que el Estado moderno empieza a adquirir contornos definidos (siglos XIV, XV y XVI) chocará frontalmente Nabarra con su modelo basado en al poder local o municipal con el monismo centralista y la consecuente pretensión imperial y homogeneizadora hasta el genocidio de España y Francia.


Entre la “democracia” vasconabarra, asentada en el dualismo inherente a su específico derecho pirenaico, que los gobernados se encargaban de mantener también frente a las presiones de sus propios monarcas apoyados éstos por la Iglesia, y el precoz cesarismo español o francés, que busca, por caminos diferentes, pero de forma deliberada y planificada, erosionar y liquidar cualquier modalidad de reparto efectivo del poder, no cabían ya términos medios.


En un complicado juego diplomático, aprovechando los resquicios que dejaba la rivalidad entre los principales agresores, permitió todavía a Nabarra cierta vida política independiente, pero un preconcebido e imparable proceso contra ella había sido incoado en fechas tan tempranas como 1054, 1076 y 1200 por Castilla, y en menor medida por Aragón y Aquitania, y tras la conquista del núcleo principal del reino baskón en 1512-24 por una incipiente España y 1620 por Francia.


 
Durante lo que suele denominarse Antiguo Régimen, las características formales y materiales de los Estados vigentes mantuvieron la voluntad anexionista e integradora de estos últimos dentro de ciertos límites, escasos por la falta ya de soberanía, como pudo aún observarse en el sistema político foral, pero a medida que el despotismo se renovó y afianzó a la luz de una brutal y transparente relación de fuerzas, el desencuentro estructural se ponía cada día más de manifiesto, convirtiéndose Nabarra, como ha dicho un malogrado historiador, en “el primer laboratorio de observación y aplicación del maquiavelismo” (Manex Goyhenetche, “Historia General del País Vasco”).

Para conocer el Estado Moderno de Nabarra y sus características, se puede leer: https://lehoinabarra.blogspot.com/2014/07/como-era-el-estado-moderno-de-nabarra.html