CUAL ES EL IDIOMA DE NABARRA
Aitzol Altuna Enzunza
Arturo Campion en su libro “Sancho Garcés”: "Saber es vencer".
El imperialismo lingüístico sólo es una parte del imperialismo, aunque es una de las puntas de lanza del mismo. En su libro “La Guerra de Navarra”, Peio J. Monteano, tras analizar todos los documentos a su alcance sobre la conquista de Alta Navarra (1512-24), destaca “La bula de rendición de cautivos”, la cual “permite por primera vez realizar un mapa lingüístico de (Alta) Navarra (...) Así pues, el euskera era, en la primera mitad del siglo XVI, la lengua hegemónica en al reino, nada menos que 8 de cada 10 navarros habitaban en el territorio donde predominaba”, es decir, el 80% eran euskaldunes prácticamente monolingües antes de la invasión, y el otro 20% hablaban romance nabarro pero podrían saber también euskera. Incluso el último rey en Alta Nabarra, Enrique II el sangüesino, fue criado en euskera.
Hoy esa cifra es de 0% de monolingües en euskera (85% en español) y un 15% bilingües en conocimiento, mucho menor en cuanto a su uso. Es decir, la “lingua navarrorum” casi ha desaparecido como lengua vehicular del día a día en la calle -aún más de la administración-, por el español que impusieron los que llegaron con el Duque de Alba tras la conquista del reino baskón de Nabarra.
Esta bula y otros muchos documentos, nos permiten observar cómo ha ido carcomiendo el imperialismo la “lingua navarrorum”, llegando hoy, cinco siglos después, a una situación lingüística que la UNESCO clasifica de “peligro de extinción” y distinta en cada región en las que el imperialismo dividió el reino de Nabarra, donde sólo mejora algo en la Nabarra Occidental (llamada desde 1978 Comunidad Autónoma Vasca), donde actualmente el euskera es una lengua “vulnerable” según la UNESCO, recuperándose algo en número de conocedores de la misma, pero en mucha menor proporción su uso. En el caso de Iparralde y oficialmente para la administración imperialista francesa, el euskera no existe y su enseñanza es “alegal”, lo que hace que su retroceso generacional se acentúe.
En pleno siglo XXI el imperialismo no se da por satisfecho y teme una recuperación del idioma nacional nabarro, por lo que actúa continuamente con saña, a veces con disimulo argumental y cuando no cabe, no duda en usar la fuerza bruta a través de sus jueces que se basan en su ejército de ocupación para anular cualquier ley o situación donde no sea el español o el francés el único idioma impuesto.
Hoy en día, en el imperio castellano o España, su idioma es preponderante a todos los demás idiomas, pero, ¿quién ha decidido que esto sea así? ¿Tienen derecho los españoles a imponer a nabarros y catalanes (o gallegos) su idioma por ser más o es simple fuerza bruta (imperialista)? O dicho de otra forma, ¿hemos podido elegir alguna vez ser o no españoles, más aún como ellos lo entienden: Una nación=Un Idioma?
La respuesta para un nabarro y un catalán es evidente: no, a unos por imposición borbónica-centralista y a los otros por invasión primero e imposición borbónica-centralista después.
F. Krutwig “La Cuestión Vasca” (1966): “Los hijos de las naciones opresoras tienen la maldita costumbre de condenar las justas reclamaciones de los pueblos oprimidos. Para ellos la única nación que tiene derechos dignos de ser respetados es la nación grande, la nación opresora”.