ELECCIONES EUROPEAS, DERROTA TRAS DERROTA

ELECCIONES EUROPEAS, DERROTA TRAS DERROTA 


Aitzol Altuna Enzunza





El Parlamento Europeo, no es como un parlamento de un Estado aunque lleve el mismo nombre, ni siquiera la Comisión Europea es el poder ejecutivo equivalente al Gobierno de un Estado, simplemente, son los jefes de Estado o Gobierno junto a sus ministros quienes tienen el poder real de la UE.

La UE se creó para y por los Estados de cara a conseguir competir económicamente con USA y con los países asiáticos que tenía grandes mercados internos y unas economías a escala que los pequeños Estados europeos no podía alcanzar. La UE no tiene la más mínima intención de ser un Estados Unidos de Europa, con un presidente, un gobierno y un parlamento real (y un solo idioma oficial para todos), donde, por ejemplo, un español pueda votar a un danés para representarle. La UE es sólo un constructo de los Estados con la única intención de poder competir en un mercado común mundial.

Lo que es evidente, es que para estar en la UE con voz propia: hay que ser un Estado, cualquier otra articulación de inferior rango como pretenden algunos, es inviable para participar en las instituciones de la UE, donde no se entiende ni siquiera su necesidad. No hay otra vía.

Un Estado como Luxemburgo, con poco más de medio millón de habitantes (similar a la Comunidad Foral Navarra) tiene 5 parlamentarios en la UE; dos Estados con dos millones de habitantes como Eslovenia o Letonia (similares a la Comunidad Autónoma Vasca) tienen 9 parlamentarios cada uno y, Estados con la misma población que Euskal Herria o la Nabarra Osoa como son Lituania (sobre 3 millones de habitantes) o Irlanda (4,5 millones) tienen 12 parlamentarios cada uno. Es decir, los nabarros en estas elecciones hemos perdido: un Consejero europeo, varios miembros del Consejo de Ministros, un miembro de la Comisión y 10 parlamentarios europeos.

“Para la UE, el Pueblo Vasco no existe y los vascos no tienen derecho a constituir ni a votar nada, pues lo que no existe no tiene derechos. Los vascos que resisten ideológica y políticamente al imperialismo y el totalitarismo son delincuentes y criminales, pero delincuentes y criminales españoles y franceses, pues ni para eso tienen personalidad propia.

Los “representantes de Euskadi” que acceden al Parlamento Europeo “para que Euskadi tenga voz propia en Europa” lo hacen como españoles y franceses convictos y confesos, y sólo como tales. Sólo como travestis españoles y franceses tienen acceso a los “derechos civiles y políticos democráticos del espacio europeo de libertad, seguridad y justicia”. Ni siquiera son representantes “regionales” pues la región de referencia no existe en ninguna parte” (Iparla “Otra vez elecciones europeas”).